LA SALUD EMOCIONAL, UNA PLATAFORMA PARA EL EXITO
La psicoterapia es un encuentro entre dos personas: una que
busca ayuda y otra dispuesta a ayudar. Es común escuchar "yo no estoy loco
para ir al psicólogo".
En cambio al psicólogo acude gente sana que tiene conflictos
y que siente que sola no los podrá resolver. Tiene mucha salud aquél que busca ayuda en un otro con conocimientos y,
más aún, comprometido primero con su propia vida para luego ofrecerse a otra persona
y poder comprender su padecer y así ser acompañado para elaborar sus conflictos.
La persona puede curar en el proceso terapéutico gracias al
amor que existe, al vínculo que se establece entre psicólogo y paciente,
teniendo en cuenta que la palabra "cura" significa
"acompañamiento". Esa aceptación incondicional del paciente por parte
del terapeuta, es la que va ayudando a éste a aceptarse, quererse, respetarse,
madurar, establecer vínculos sanos con los demás y con uno mismo. El psicólogo
es un puente que le permite atravesar al paciente hacia la otra orilla para ir
descubriendo una nueva realidad de sí mismo, es decir, su propia verdad. Con el
tiempo, al sentirse amado en su integridad, comienza a quererse, a aceptarse, a
reconocer lo bueno y lo malo que tiene y a poder caminar aún con lo que no se
puede cambiar, a relacionarse de forma distinta y mejor.
Estos tiempos son distintos para cada persona. Cuando uno
ama y es amado todo cambia, de ahí la importancia de poder amarse para poder
amar. En la terapia se busca que el
paciente logre un cambio de actitud frente a la vida, y este cambio de actitud
deriva del amor a sí mismo y a los demás.
No podemos cambiar aquello que no conocemos, lo que no
podemos nombrar. La terapia, a través del diálogo que surge del encuentro,
permite sacar a la luz, dar a luz, como dice Sócrates, aquello que no tiene
nombre, pues no lo podemos ver. Nos permite darnos cuenta de lo que nos pasa,
tomar conciencia, y así poder elaborar nuestros conflictos.
El terapeuta, al estar
enfrente del paciente, puede leer de forma distinta la realidad del otro y,
así, posibilitar el darse cuenta. El terapeuta es como un guía de montaña que
acompaña al escalador hasta la cima para que no se pierda, nunca sube por el
otro, cada quien debe andar su propio camino. El terapeuta orienta al paciente
en su camino de autoconocimiento, a entrar en su propio interior para
encontrarse a sí mismo. El paciente debe comprometerse con sí mismo, vencer las
resistencias a desnudarse, mostrarse tal cual es frente al terapeuta para ir
resolviendo sus problemas y así poder crecer y fortalecerse. Si miente en
terapia, se está mintiendo a sí mismo.
Amarse parece tan simple, pero la realidad es otra, muchas
personas hacen lo contrario... La psicoterapia ayuda a salir de este lugar de
bronca, de confusión, de incertidumbre, nos brinda apoyo y nos motiva a
construir un proyecto de vida, a encontrar un "para qué" y, de esa
manera, ser más felices encontrando un sentido a nuestra vida.
Dra. Tania Zepeda
Psicóloga Humanista
Asesorías 044 55 36 33
79 61
No hay comentarios:
Publicar un comentario