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jueves, 29 de septiembre de 2016

Escucha a tu cuerpo





“Conocí un segundo nacimiento, cuando mi alma y mi cuerpo se amaron y se casaron”.
Khalil Gibran
¿Alguna vez has tenido esta experiencia? Te sientes muy bien físicamente y de repente tienes una emoción fuerte. Tal vez te peleas con tu jefe y o con tu pareja, o se cae ese negocio en el que estabas trabajando. Entonces tu cuerpo cambia, te sientes tenso, rígido, tal vez inestable. Tal vez aparezca algún dolor o molestia.
O quizá un día estabas triste, y fuiste a correr, hacer deporte, tomar una clase de danza o simplemente caminar y gracias al movimiento tus emociones o pensamientos cambiaron y te sentiste entusiasta y vigoroso.
O posiblemente en alguna ocasión recibiste un masaje, y la sensación en tu cuerpo del aceite, los olores, y el tacto, hicieron que te relajaras en mente y ánimo, y por supuesto, en todo tu cuerpo.
Todos tenemos a diario la experiencia de la interrelación que hay entre cuerpo, mente y emociones.
Sin embargo, muchas veces nos olvidamos que podemos usar esa interrelación a nuestro favor. O nos discociamos y vivimos solamente en la mente, pero nos olvidamos del cuerpo.
Es tan poderosa la relación entre el movimiento, las emociones, las sensaciones y los pensamientos, que el transformar uno tiene el potencial de incidir y transformar a los tres.
Escuchamos con mucha frecuencia (y afortunadamente cada vez más) sobre el impacto de la mente sobre el cuerpo. De cómo nuestros pensamientos y las imágenes que ponemos en la mente, tienen un impacto en nuestro cuerpo. Se ha escrito mucho acerca de qué emociones repetitivas generan qué enfermedades.
Hoy quiero llevar tu atención en la dirección contraria, de la cual no se habla tanto, y sin embargo es muy potente: de cómo el cuerpo en movimiento puede transformar las emociones y los pensamientos.
Cultivar la manera en la que te relacionas con tu cuerpo es refinar la manera en que te relacionas contigo mismo.
Finalmente tú eres (también) tu cuerpo, y la manera en que tratas a tu cuerpo es muchas veces un reflejo de cómo te tratas a ti mismo. Aprender a tratar tu cuerpo con amor y respeto es un camino para tratarte a ti mismo con más respeto y amor.

Cuando aprendes a moverte de una manera tal en la que honras tus límites, respetas las posibilidades de tu cuerpo, haces movimientos creativos y no te estancas en acciones repetitivas, te cuidas buscando tu bien-estar.
Tu cuerpo es tu vehiculo para expresarte, es través de lo cual tu ser más profundo se manifiesta en el mundo. El amar a tu cuerpo es parte fundamental de amarte a ti mismo.
Puedes aprender a usar tu cuerpo para recuperar la sensación de estar entero (en cuerpo y mente) y presente en el ahora.

1. Atiende a tu cuerpo mientras te mueves
Una manera en la cual separamos mente y cuerpo y nos disociamos del momento presente es que estamos pensando en cosas diferentes a las que estamos haciendo. Así que te invito a que conscientemente empieces a traer tu mente a tu cuerpo. Por ejemplo, mientras vas caminando, siente como se apoya el peso en tus pies. Siente qué hacen tus rodillas, tus caderas, tu columna.
2.Respétate
Para armonizar tu cuerpo y tu mente tienes que entender que en realidad son uno solo: son partes de tu ser. Cuando te mueves como si tu físico fuera un instrumento separado al cual jalas, empujas, tirones, esfuerzas, te separas más y más de ti mismo. Cuando entiendes que tu cuerpo eres tu, empiezas a tratarlo con respeto. 
3.Confía en tu organismo
Tu cerebro siempre te está cuidando. Él busca que tu hagas todo lo que haces de manera rápida y eficiente. Siempre te está cuidando. Sin embargo, muchas veces no confiamos en que en nuestro organismo ya está todo lo que necesitamos para mejorar. 
4. Busca experiencias en donde te sientas feliz en tu cuerpo
Esto puede ser tan simple como respirar profundamente, salir a caminar, desperezarte, bailar, etc. Cualqueir actividad que te haga sentir feliz y agradecido por estar en ti. Identifica esas actividades y asegúrate de hacer al menos una cada día. Así vas a disfrutar más y más estar en ti.
Utilizando estas 4 estrategias ya mismo vas a empezar a sentirte más conectado en todo lo que haces, armonizando cuerpo y mente. Pruébalas y cuéntame en los comentarios cómo te fue.

martes, 17 de marzo de 2015

BIENESTAR EMOCIONAL


LA SALUD EMOCIONAL, UNA PLATAFORMA PARA EL EXITO

La psicoterapia es un encuentro entre dos personas: una que busca ayuda y otra dispuesta a ayudar. Es común escuchar "yo no estoy loco para ir al psicólogo".

En cambio al psicólogo acude gente sana que tiene conflictos y que siente que sola no los podrá resolver. Tiene mucha salud aquél que busca ayuda en un otro con conocimientos y, más aún, comprometido primero con su propia vida para luego ofrecerse a otra persona y poder comprender su padecer y así ser acompañado para elaborar sus conflictos.

La persona puede curar en el proceso terapéutico gracias al amor que existe, al vínculo que se establece entre psicólogo y paciente, teniendo en cuenta que la palabra "cura" significa "acompañamiento". Esa aceptación incondicional del paciente por parte del terapeuta, es la que va ayudando a éste a aceptarse, quererse, respetarse, madurar, establecer vínculos sanos con los demás y con uno mismo. El psicólogo es un puente que le permite atravesar al paciente hacia la otra orilla para ir descubriendo una nueva realidad de sí mismo, es decir, su propia verdad. Con el tiempo, al sentirse amado en su integridad, comienza a quererse, a aceptarse, a reconocer lo bueno y lo malo que tiene y a poder caminar aún con lo que no se puede cambiar, a relacionarse de forma distinta y mejor.

Estos tiempos son distintos para cada persona. Cuando uno ama y es amado todo cambia, de ahí la importancia de poder amarse para poder amar. En la terapia se busca  que el paciente logre un cambio de actitud frente a la vida, y este cambio de actitud deriva del amor a sí mismo y a los demás.

No podemos cambiar aquello que no conocemos, lo que no podemos nombrar. La terapia, a través del diálogo que surge del encuentro, permite sacar a la luz, dar a luz, como dice Sócrates, aquello que no tiene nombre, pues no lo podemos ver. Nos permite darnos cuenta de lo que nos pasa, tomar conciencia, y así poder elaborar nuestros conflictos.

 El terapeuta, al estar enfrente del paciente, puede leer de forma distinta la realidad del otro y, así, posibilitar el darse cuenta. El terapeuta es como un guía de montaña que acompaña al escalador hasta la cima para que no se pierda, nunca sube por el otro, cada quien debe andar su propio camino. El terapeuta orienta al paciente en su camino de autoconocimiento, a entrar en su propio interior para encontrarse a sí mismo. El paciente debe comprometerse con sí mismo, vencer las resistencias a desnudarse, mostrarse tal cual es frente al terapeuta para ir resolviendo sus problemas y así poder crecer y fortalecerse. Si miente en terapia, se está mintiendo a sí mismo.

Amarse parece tan simple, pero la realidad es otra, muchas personas hacen lo contrario... La psicoterapia ayuda a salir de este lugar de bronca, de confusión, de incertidumbre, nos brinda apoyo y nos motiva a construir un proyecto de vida, a encontrar un "para qué" y, de esa manera, ser más felices encontrando un sentido a nuestra vida.  

Dra. Tania Zepeda

 Psicóloga Humanista

Asesorías 044 55 36 33 79 61