sábado, 28 de noviembre de 2015

Soy Alquimista del Alma!!

EL VIENTRE DEL TERAPEUTA

Es la hora. El paciente llama a la puerta. Como el cocinero cuelga el delantal en el perchero para recibir visitas, el terapeuta cuelga en el perchero sus problemas personales. Desarrolla la habilidad para dejarlos a un costado, porque quien viene lo necesitará en estado de Atención Plena.

¿Qué encontrará el paciente si ha dado con un buen terapeuta?

- Alguien que desde que asumió su vocación (o desde antes) trabaja todos los días con sus propias emociones, sus propio dolores, sus errores de criterio... Se empeña en comprender más allá del entendimiento, tomando lo cotidiano como una escuela.

- Alguien que, sí, se ha formado académicamente y en estudios de posgrado, y tiene libros por doquier… Pero que si es buen terapeuta sabe que eso no es todo: entrará a la sesión ofrendando a su paciente algo precioso, que es su propio Inconsciente. El Inconsciente del terapeuta funciona como cuando alguien recibe en su vientre la gestación de un hijo ajeno; madurará, -con las herramientas que ese terapeuta tenga-, la identidad de su paciente: sus dolores, sus relatos oníricos, sus anhelos, sus historias. Cuando se vaya a dormir, el buen terapeuta soñará no sólo con sus propios asuntos, sino que entre las bambalinas de sus sueños aparecerán respuestas para Juan, para Mariela, para Leonor… Y, -lo sepa o no-, esa labor nocturna saldrá de su boca con la pregunta justa, el gesto oportuno, la mirada más amplia que su propio Inconsciente le haya provisto al haber amasado esa harina cuya molienda han sido sus horas de consultorio…

- Un buen terapeuta a veces oficia de dializador de su paciente (como quien, teniendo insuficiencia renal, se conecta a un aparato que limpiará su organismo): cuando viene lleno de ira, de dolor, de impotencia, de miedo, el terapeuta le ofrece no sólo el respaldo de sus conocimientos (necesarios, por cierto!), sino también su propio corazón adolorido, su corazón equivocado, su corazón enmendado, su corazón en vías de desarrollo (como el de cualquiera). Desde su entrenamiento en lidiar con su propio caos, ayuda a poner orden en el caos ajeno. Instala luz donde había penumbrosos pesares. Y cuando se va a su casa, a veces llora. Sí, tengo que decirlo: a veces llora un dolor que no es suyo. Porque ama. Ama a sus pacientes. Ama a los humanos. Y le duele su dolor. Y está bien que así sea. Ni “transferencias” ni “contratransferencias”: es algo más hondo; allí se está a solas con el Misterio de la Vida, siendo nada más que un humanito (así, en diminutivo). Y eso llama al silencio.

- Con herramientas de obrero interno trabajará ese pesar ajeno para no cargarlo sobre su propia vida. Porque, así como cuando visualizamos una cascada de agua fresca en un lugar luminoso movilizamos neurotransmisores que generan relajación, expansión, bienestar... el terapeuta visualiza durante muchas horas por día historias de abuso, de maltrato, de pérdidas, de sufrimiento. Deberá autodializarse y pedir ayuda, trabajando a diario para saber, en lo íntimo, que todos somos Uno, pero que cada cual necesita transitar su propia experiencia humana. Que podemos ayudar a otros a vivir su vida, pero la vida misma es del otro: su posibilidad de aprendizajes. Y el progreso de su paciente también le marcará sus días, aumentando su confianza en la vida, alegrándolo, llenándole de ternura la mirada…

- No es raro que un buen terapeuta muchas veces no sepa qué hacer ante un paciente. Ésos suelen ser los mejores. Los que todo lo saben suelen andar perdidos en un laberinto de ideas. Pero cuando tenemos al otro a pecho abierto y en carne viva, saber que no sabemos es el principio del acompañar a vivir. Acudirá, entonces, a su modesto tablero de herramientas (pues, como decían por allí, “quien sólo tiene un martillo tiende a ver todo en términos de clavos”). Aplicará la que su experiencia le diga que es la más útil. Y su propio Inconsciente, además, estará en permanente diálogo con el de su paciente, porque son ambos Inconscientes los que mejor saben hacia dónde hay que ir.

- Un buen terapeuta ha de tener una vida sencilla; precisará hacer un voto de coherencia, porque el panadero da el pan, el frutero la fruta, pero el terapeuta se da a sí mismo. Será consciente de cuánto puede y cuánto no. Practicará la modestia de admitir sus limitaciones. Hablará con su paciente en palabras que el otro comprenda. Y será, esencialmente, un ser humano.

- Si el paciente le preguntara: “Sus padres viven?”, la mayoría de los buenos terapeutas no responderán con otra pregunta, refractando: “Y a Ud. qué le parece?”. Podrá mirar a su paciente a los ojos, y decir, por ejemplo: “Mi padre sí, pero mi madre pasó por el mismo proceso que la tuya; sé lo que se siente como hijo”. El terapeuta anónimo, distante, rigurosamente ignorado por su paciente, pertenece a un paradigma que va quedando atrás. Se necesitan hombres y mujeres valientes que puedan darse a conocer a aquellos que desnudan su alma ante él.

Y llegado el final, ambos podrán mirarse frente a frente y darse un abrazo. Porque el buen terapeuta suele abrazar (aunque en la Universidad muchos profesores le hayan enseñado que no). Sabe que el abrazo, el mirar a los ojos, el quedar expuesto como humano ante otro humano, no le quita nada, sino que le da. Le da un vínculo entre dos personas que, en medio de esto tan difícil que se llama “vida”, procuran avanzar dignamente, convertir el dolor en lumbre, y desplegar lo replegado para que la Tierra cuente con dos más, capaces de ayudar al Todo.

Cuando le pago a mi terapeuta, ese dinero es un símbolo de valoración no sólo de sus saberes, no sólo de su cerebro entrenado, no sólo de sus supervisiones, sus cursos de posgrado y sus libros. Es un símbolo de que me ha ofrecido una porción de su Inconsciente para que yo pueda desenredar el mío; un símbolo de que en su vientre gestó una porción de mí para que yo pueda seguir gestándome en mi propio vientre invisible. Eso es un terapeuta: un humanito incompleto que se va completando gracias a cada paciente. Una persona que se da. Un modesto obrero del espíritu.

miércoles, 6 de mayo de 2015

¿Y TU, QUE ESPERAS PARA VIVIR EN LIBERTAD?

HABLANDO DE SER TU MISMO CON BUCAY...

 


Autodependencia significa contestarse las tres preguntas existenciales básicas:  Quién soy, adónde voy y con quién.  Pero contestarlas en ese orden. Cuidado con tratar de decidir adónde voy según con quién estoy. Cuidado con definir quién soy a partir de quién me acompaña.  Porque en ese camino nos vamos a encontrar con la historia de la pareja que está viajando por Europa en uno de esos tours “Ocho países en diez días” y cuando cruzan un puente sobre un río en medio de una hermosa ciudad, ella pregunta: —¿Qué ciudad es ésta, viejo? Y él contesta: —¿Qué día es hoy?  Ella dice: —Martes. Él cuenta con los dedos  y finalmente informa: —Entonces es Bruselas. 
No nos sirve este esquema.  No puedo definir mi camino desde ver el tuyo y no debo definirme a mí por el camino que estoy recorriendo. Voy a tener que darme cuenta: soy yo el que debe definir primero quién soy.  
Al respecto, yo suelo decir que contestarse estas preguntas determina la diferencia entre un ser humano, un individuo o una persona.  Porque éstos son tres conceptos diferentes.  Cuando nacemos todos somos seres humanos, es decir, pertenecientes al género humano. Como tales, somos todos iguales. A medida que crecemos, vamos desarrollando en nosotros parte de lo que traíamos como información genética, nuestro aspecto físico, nuestras fortalezas y nuestras debilidades, y una parte de nuestra forma de encarar la vida, es decir, nuestro temperamento6.  Al nacer, sólo somos seres humanos. Este temperamento, que al principio es idéntico o parecido a millones de otros, con la experiencia, la historia personal, nos transforma en el individuo que cada uno de nosotros va a ser.  Individuo quiere decir indiviso, alude a la unidad que cada uno de nosotros es, pero también quiere decir único, en el sentido de especial.  Seres humanos somos todos “de nacimiento”, y como seres humanos tenemos ciertas características comunes: un corazón con dos aurículas, dos ventrículos, un cerebro, etc. Pero como individuos, hay cosas que son únicas y nos pertenecen a nosotros.  
El proceso de crecimiento implica la toma de conciencia de  la interacción entre este temperamento y la realidad para transformar mi manera de ser en una manera particular de ser, en una manera individual de ser.  Nos vamos sabiendo diferentes, vamos dejando de parecernos a todos.  Los que tienen más de un hijo saben que cada hijo tiene su propia manera de ser, y que hay un momento en que el chico asume su propia individualidad, sabe lo que significa “yo” y sabe que “yo” es diferente de otros,
                                                                                                                      
Sabe que al hermano le gusta el caballo de la calesita y a él el helicóptero; que él prefiere viajar del lado de la ventanilla y el hermano elige siempre el lugar del medio. Empieza a discriminarse, en el sentido de separarse y diferenciarse del afuera.  Este ser humano discriminado y separado de los otros se llama individuo, pero no alcanza con ser un individuo para ser una persona. Ser una persona es más todavía. Casi todos los seres humanos que conozco han llegado a ser individuos, pocos han llegado a ser personas. Para llegar a ser una persona es necesario asistir y padecer un proceso.  El proceso de convertirse en persona, como lo llamaba Carl Rogers, es doloroso; implica ciertas renuncias, ciertas adquisiciones y también mucho trabajo personal.    Para autodepender, voy a tener que pensarme a mí como el centro de todas las cosas que me pasan. 
Autodependencia es un espacio que tiene que ver, a veces, con cierta ingratitud.  Porque la gente autodependiente no es manipulable. Y todo el mundo detesta a aquella gente que no se deja manipular. 

Y ya que dependo de mí, voy a tener que concederme a mí mismo algunos permisos si quiero ser una persona. Y digo concederme a mí mismo y digo que te concedas a vos mismo y digo que cada uno haga lo propio; porque no hablamos del señor que cometió un error y está preso, de la pobre mujer descerebrada que está en una cama del hospital ni del  hombre que agoniza víctima de una enfermedad terminal... Hablamos, en verdad, de nosotros. De los permisos que Virginia Satir  llamaba “inherentes a ser persona”.  
Cualquiera que no ostente alguno de estos cinco permisos no es una persona.  Y uno se pregunta, ¿qué es, si no es una persona?...  Será, con toda seguridad, un ser humano, tal vez también un individuo, pero... una persona NO.  Porque, como dije anteriormente, ser persona es mucho más.

  
1/ Me concedo a mí mismo el permiso de estar y de ser quien soy, en lugar de creer que debo esperar que otro determine dónde yo debería estar o cómo debería ser. 
2/ Me concedo a mí mismo el permiso de sentir lo que siento, en vez de sentir lo que otros sentirían en mi lugar. 
3/ Me concedo a mí mismo el permiso de pensar lo que pienso y también el derecho de decirlo, si quiero, o de callármelo, si es que así me conviene. 
4/ Me concedo a mí mismo el permiso de correr los riesgos que yo decida correr, con la única condición de aceptar pagar yo mismo los precios de esos riesgos. 
5/ Me concedo a mí mismo el permiso de buscar lo que yo creo que necesito del mundo, en lugar de esperar que alguien más me dé el permiso para obtenerlo. 

Estos cinco permisos esenciales condicionan nuestro ser persona. Y ser persona es el único camino para volverse autodependiente.  Porque estos permisos me permiten finalmente ser auténticamente quien soy.  

sábado, 2 de mayo de 2015

Hojas de Ruta

      
Seguramente hay un rumbo posiblemente y de muchas maneras personal y único. 
Posiblemente haya un rumbo seguramente y de muchas maneras el mismo para todos. 
Hay un rumbo seguro y de alguna manera posible. 
De manera que habrá que encontrar ese rumbo y empezar a recorrerlo. Y posiblemente habrá que arrancar solo y sorprenderse al encontrar, más adelante en el camino, a todos los que seguramente van en la misma dirección. Este rumbo último, solitario, personal y definitivo, sería bueno no olvidarlo, es nuestro puente hacia los demás, el único punto de conexión que nos une irremediablemente al mundo de lo que es. Llamemos al destino final como cada uno quiera: felicidad, autorrealización, elevación, iluminación, darse cuenta, paz, éxito, cima, o simplemente final... lo mismo da. Todos sabemos que arribar con bien allí es nuestro desafío.  Habrá quienes se pierdan en el trayecto y se condenen a llegar un poco tarde y habrá también quienes encuentren un atajo y se transformen en expertos guías para los demás. Algunos de estos guías me han enseñado que hay muchas formas de llegar, infinitos accesos, miles de maneras, decenas de rutas que nos llevan por el rumbo correcto. Caminos que transitaremos uno por uno. Sin embargo, hay algunos caminos que forman parte de todas las rutas trazadas.  Caminos que no se pueden esquivar.  Caminos que habrá que recorrer si uno pretende seguir.  Caminos donde aprenderemos lo que es imprescindible saber para acceder al último tramo.  

Para comprender mejor, una hermosa enseñanza...
                                                              La Alegoría del Carruaje 
Un día de octubre, una voz familiar en el teléfono me dice:  —Salí a la calle que hay un regalo para vos.  Entusiasmado, salgo a la vereda y me encuentro con el regalo. Es un precioso carruaje estacionado justo justo frente a la puerta de mi casa. Es de madera de nogal lustrada, tiene herrajes de bronce y lámparas de cerámica blanca, todo muy fino, muy elegante, muy “chic”. Abro la portezuela de la cabina y subo. Un gran asiento semicircular forrado en pana bordó y unos visillos de encaje blanco le dan un toque de realeza al cubículo. Me siento y me doy cuenta que todo está diseñado exclusivamente para mí, está calculado el largo de las piernas, el ancho del asiento, la altura del techo... todo es muy cómodo, y no hay lugar para nadie más.  Entonces miro por la ventana y veo “el paisaje”: de un lado el frente de mi casa, del otro el frente de la casa de mi vecino... y digo: “¡Qué bárbaro este regalo! Qué bien, qué lindo...” Y me quedo un rato disfrutando de esa sensación.  Al rato empiezo a aburrirme; lo que se ve por la ventana es siempre lo mismo.  Me pregunto: “¿Cuánto tiempo uno puede ver las mismas cosas?” Y empiezo a convencerme de que el regalo que me hicieron  no sirve para nada.  De eso me ando quejando en voz alta cuando pasa mi vecino que me dice, como adivinándome:  —¿No te das cuenta que a este carruaje le falta algo? Yo pongo cara de qué-le-falta mientras miro las alfombras y los tapizados.  —Le faltan los caballos —me dice antes que llegue a preguntarle.  Por eso veo siempre lo mismo —pienso—, por eso me parece aburrido...     —Cierto —digo yo. Entonces voy hasta el corralón de la estación y le ato dos caballos al carruaje. Me subo otra vez y desde adentro grito: —¡¡Eaaaaa!! El paisaje se vuelve maravilloso, extraordinario, cambia permanentemente y eso me sorprende.  Sin embargo, al poco tiempo empiezo a sentir cierta vibración en el carruaje y a ver el comienzo de una rajadura en uno de los laterales.  Son los caballos que me conducen por caminos terribles; agarran todos los pozos, se suben a las veredas, me llevan por barrios peligrosos.  Me doy cuenta que yo no tengo ningún control de na-da; los caballos me arrastran a donde ellos quieren.  Al principio, ese derrotero era muy lindo, pero al final siento que es muy peligroso.  Comienzo a asustarme y a darme cuenta que esto tampoco sirve.  En ese momento, veo a mi vecino que pasa por ahí cerca, en su auto. Lo insulto: —¡Qué me hizo! Me grita:  —¡Te falta el cochero! —¡Ah! —digo yo.  Con gran dificultad y con su ayuda, sofreno los caballos y  decido contratar a un cochero. A los pocos días asume funciones. Es un hombre formal y circunspecto con cara de poco humor y mucho conocimiento.  Me parece que ahora sí estoy preparado para disfrutar verdaderamente del regalo que me hicieron. Me subo, me acomodo, asomo la cabeza y le indico al cochero adónde quiero ir.  Él conduce, él controla la situación, él decide la velocidad adecuada y elige la mejor ruta.  Yo... Yo disfruto del viaje. 
Esta pequeña alegoría debería servirnos para entender el concepto holístico del ser. Hemos nacido, salido de nuestra “casa” y nos hemos encontrado con un regalo: nuestro cuerpo. Un carruaje diseñado especialmente para cada uno de nosotros. Un vehículo capaz de adaptarse a los cambios con el paso del tiempo, pero que será el mismo durante todo el viaje.  A poco de nacer, nuestro cuerpo registró un deseo, una necesidad, un requerimiento instintivo, y se movió. Este carruaje —el cuerpo— no serviría para nada si no tuviese caballos; ellos son los deseos, las necesidades, las pulsiones y los afectos.  Todo va bien durante un tiempo, pero en algún momento empezamos a darnos cuenta que estos deseos nos llevaban por caminos un poco arriesgados y a veces peligrosos, y entonces tenemos necesidad de sofrenarlos. Aquí es cuando aparece la figura del cochero: nuestra cabeza, nuestro intelecto, nuestra capacidad de pensar racionalmente. Ese cochero manejará nuestro mejor tránsito. Hay que saber que cada uno de nosotros es por lo menos los tres personajes que intervienen allí.       Vos sos el carruaje, sos los caballos y sos el cochero durante todo el camino, que es tu propia vida.  La armonía deberás construirla con todas estas partes, cuidando de no dejar de ocuparte de ninguno de estos tres protagonistas. 
                                                                                                                                
Dejar que tu cuerpo sea llevado sólo por tus impulsos, tus afectos o tus pasiones puede ser y es sumamente peligroso. Es decir, necesitás de tu cabeza para ejercer cierto orden en tu vida.  El cochero sirve para evaluar el camino, la ruta. Pero quienes realmente tiran del carruaje son tus caballos. No permitas que el cochero los descuide. Tienen que ser alimentados y protegidos, porque... ¿qué harías sin los caballos? ¿Qué sería de vos si fueras solamente cuerpo y cerebro? Si no tuvieras ningún deseo, ¿cómo sería la vida? Sería como la de esa gente que va por el mundo sin contacto con sus emociones, dejando que solamente su cerebro empuje el carruaje. Obviamente, tampoco podés descuidar el carruaje, porque tiene que durar todo el trayecto. Y esto implicará reparar, cuidar, afinar lo que sea necesario para su mantenimiento. Si nadie lo cuida, el carruaje se rompe, y si se rompe se acabó el viaje.  Recién cuando puedo incorporar esto, cuando sé que soy mi cuerpo, mi dolor de cabeza y mi sensación de apetito,  que soy mis ganas y mis deseos y mis instintos; que soy además mis reflexiones y mi mente pensante y mis experiencias... Recién en ese momento estoy en condiciones de empezar, equipado, este camino, que es el que hoy decido para mí. 

Jorge Bucay

martes, 28 de abril de 2015

Se un buen Padre


PATERNIDAD RESPONSABLE

Los biólogos han estudiado la existencia del Instinto paternal, ya que los hombres también quieren ser padres por naturaleza, y dicen que “el macho de la especie humana está condenado a ser un buen padre al menos si hace caso a los dictados de sus hormonas y de sus genes y esto sin fronteras, ya que todas las culturas desarrollan patrones comunes de comportamientos con la prole; ser padre y madre es una experiencia fuente de realización personal y como resultado de una libre, conciente y responsable decisión.

La importancia de la madre en el desarrollo del niño desde la lactancia hasta la madurez, ha sido estudiada con profusión, el papel de la mujer es decisivo en la formación de un individuo física y psicológicamente sano entonces ¿Qué papel juega el padre? ¡Trascendental! - Dicen los estudiosos del comportamiento humano - relatan una gran cantidad de beneficios que la paternidad aporta a la familia a los hijos, a la esposa y a la sociedad con funciones biológicas, sociales, Psicológicas trascendentales, ya que la Planificación Familiar deberá comenzar con resolver algunas preguntas:
¿Cuáles son nuestros proyectos de vida?; ¿El tuyo?; ¿El mío?; ¿El nuestro?; ¿Qué tipo de familia deseamos?; ¿Cómo deseamos tratar a nuestros hijos?; ¿Qué tipo de ambiente familiar aspiramos a construir?; ¿Cómo deseamos formar a los hijos?;
Debemos ir respondiendo bajo los valores éticos de la procreación responsable como el Principio de la verdad, principio de la responsabilidad, principio del amor, principio del respeto, principio de la comunicación y principio de la disciplina, pero nos queda aún respondernos; ¿Qué tipo de formación y valores esperamos ofrecerles?; ¿En que condiciones de vida deseamos tenerles y criarles?; ¿Cuántos hijos deseamos tener? y ¿En que momento de nuestras vidas los  espíritu de la familia ofrecemos la comprensión, afecto, entendimiento, tolerancia y auxilio mutuo.

Pero volvamos ¿Que significa el padre para el niño?
Los niños ven en su padre un modelo de conducta y socialización y suelen repetir algunos de los comportamientos extremos (buenos o malos) que perciben a través de ellos. Las niñas buscan la sensibilidad el afecto y la disponibilidad de sus padres, con estos lasos construyen parte de su andamiaje emocional para afrontar crisis.

La paternidad responsable no puede reducirse a garantizar la pensión alimenticia y el pago de colegios o comprar ropa, tiene que ver mas con que las hijas e hijos sepan que en el padre encontraran un oído atento y un apoyo para levantar vuelo o el consuelo cuando se enfrentan a un fracaso. Donde encontrara dentro del grupo familiar, actitudes de libertad condicionadas por la responsabilidad, actitudes de obediencia, de firmeza y suavidad, respeto a la verdad, amor al trabajo, estímulo a la iniciativa y al sentido de cooperación y enseñanzas al cuidado de la salud, ya que la familia es la “Escuela del más rico humanismo” que actuara en colaboración con el Estado y la Iglesia para que la sociedad la dignidad a la familia.

Divorciandome con Inteligencia


EL DIVORCIO
American Academy of Child and Adolescent

Los padres que se están divorciando se preocupan a menudo acerca del efecto que el divorcio tendrá en sus hijos. Los padres se preocupan principalmente por sus propios problemas, pero a la vez están conscientes de que son las personas más importantes en la vida de sus hijos.

Los padres se pueden sentir o desconsolados o contentos por su divorcio, pero invariablemente los niños se sienten asustados y confundidos por la amenaza a su seguridad personal. Algunos padres se sienten tan heridos y abrumados por el divorcio que buscan la ayuda y el consuelo de sus hijos. Los hijos no pueden entender el divorcio y los padres deben explicarles lo que está pasando, cómo se afectan y cuál será su suerte.

Los niños pueden creer que son la causa del conflicto entre sus padres. Muchos niños tratan de hacerse responsables de reconciliar a sus padres y muchas veces se sacrifican a sí mismos en el proceso. La pérdida traumática de uno o de ambos padres debido al divorcio puede hacerlos vulnerables a enfermedades físicas y mentales.

Los padres deben percatarse de las señales de estrés persistentes en sus hijos. Estas señales pueden incluir la falta de interés en la escuela, por los amigos o aún al entretenerse. Otros indicios son el dormir muy poco o demasiado y el ser rebeldes y argumentativos con los familiares, por eso es indispensable que no olvidemos que el Divorcio será un proceso en donde cada miembro tendrá una lección de Vida que aprender.
Es recomendable buscar un Terapeuta, quien nos guiará en este proceso de una forma saludable.
Ademas este tipo de acompañamiento emocional en los niños es fundamental.

 De manera que si una pareja se encuentra en proceso de divorcio, debe tener en cuenta:

1º El problema es con su pareja, nunca con sus hijos.

2º La única forma en que sus hijos no sufran durante la separación o divorcio es que los padres estén plenamente conscientes de que deben explicarles claramente la situación a ellos y decirles que, independientemente de la decisión que tomen, ambos cónyuges seguirán queriéndolos y ayudándolos.

3º Si no hay más remedio que el divorcio, siempre será preferible una separación amistosa que una conflictiva, por el bienestar y seguridad de los hijos y de la propia pareja.

4º Hay que hacer un gran esfuerzo para superar el rencor y la rabia, pero es indispensable por el bien de todos.

Psicóloga Tania Zepeda
Consultas 044 55 36 33 7961

lunes, 30 de marzo de 2015

LIDER O SEGUIDOR? TU DECIDES

Definitivamente Ser un buen líder en la Vida es una tarea que todos deberíamos realizar, el liderazgo no sólo existe y es necesario en la vida profesional sino que es una figura que debemos desarrollar en nuestra vida cotidiana.

 

Pues el buen líder sabrá sacar adelante a su familia, sabrá resolver de mejor manera los conflictos cotidianos, sabrá llevar una vida emocional inteligente...

 

Para ello debemos preguntarnos ¿Como logro se un buen lider?

 

 

 

Bueno pues lo primero que habrás de cuestionar es tu estilo de comportamiento, tus rutinas mentales.

 

Deberás darte cuenta de que si sigues haciendo las cosas del mismo modo siempre seguirás teniendo el mismo resultado.

 

Entonces ¿Porqué siempre actuamos igual?


o   Por costumbre. “Esto siempre se ha hecho así”… A cuantos les suena esta frase que levanten la mano? (o que le den a Like :). Los modelos de conducta que hemos aprendido son los que utilizamos sin parar a reflexionar que pueden haber otros modelos incluso mejores.


o   Por comodidad. Es difícil salir de la zona de confort porque hay que pasar por la zona de pánico.. Pero lo que saben aquellos que la atraviesan es que después está la zona mágica donde tus sueños se ven realizado, las metas se alcanzan y con ellas el bienestar.


o   Por falta de conocimiento científico. A veces se utilizan técnicas que no están basadas en la investigación científica y entonces se producen los fracasos y escuchamos el “esto ya lo sabía yo”… Me voy a centrar en este punto algo mas…


La Psicología Positiva como ciencia aplicada basada en la evidencia empírica es un marco que nos puede dar mucha luz a la mejora del liderazgo. Por poner un ejemplo, la Psicología positiva  ha demostrado que el líder positivo y transformador es dos veces mas efectivo y los equipos que lidera son dos veces mas efectivos alcanzando cuotas mayores de bienestar psicológico y felicidad.

 

La psicología positiva estudia las fortalezas personales, las emociones positivas, las virtudes, el optimismo, el engagement, el liderazgo positivo, las prácticas saludables en las organizaciones, las empresas positivas, el coaching psicológico o psico-coaching…   


o  ¿Pero qué es un líder positivo y transformador?


-       A nivel persona el liderazgo positivo se centra en facilitar niveles espectaculares de logro. Tanto a nivel personal como organizacional se espera un desempeño extraordinario, que exceda lo habitual, para llegar ser excelente. No nos podemos quedar en lo “suficiente” o “progresa adecuadamente”. Vamos a lo mejor, a lo extraordinario!


-       Para lograr este objetivo el liderazgo positivo se focaliza en las fortalezas y capacidades y en el desarrollo del potencial humano. No se trata de negar las debilidades sino de superarlas y desarrollar totalmente las fortalezas. Un líder positivo es capaz de poner énfasis en lo mejor de cada uno y aprovecharlo para lograr una ejecución óptima.


¿Cuales serían entonces las características principales de un líder positivo? Enumeraré algunas de las mas importantes, que provienen de la investigación científica.


1.     Innovador, retador y resiliente. Debe estar preparado para aceptar los riesgos, para innovar y experimentar para llegar a realizar nuevas y mejores formas de hacer las cosas. Además reta a sus colaboradores y les plantea objetivos desafiantes, metas y retos que van mas allá de lo ordinario… En la época que vivimos los líderes han de apoyar en todo momento, especialmente en la adversidad y en los momentos más difíciles. Por eso entendemos que es también resiliente y actúa como modelo de resiliencia a seguir por sus colaboradores. Es un Lider HERO (Healthy and Resilient).


2.     Visión conjunta compartida. El líder debe ser capaz de ir más allá del presente, tener una expectativa positiva y optimista de futuro que le guíe y le motive a actuar para llegar a conseguir las metas colectivas. La visión clara de futuro impulsa hacia adelante. En este sentido el líder acompaña al colaborador y al equipo a conseguir sus objetivos alineados y compatibles con los objetivos de la organización.


3.     Transformar a las personas y equipos. El líder positivo transforma a sus colaboradores y a los equipos, les ayuda a sacar la mejor versión de si mismos, a reinventarse si es necesario. En este proceso la comunicación es fundamental, una comunicación positiva. Además anima y apoya mostrando a las personas que son capaces de triunfar y reconocer el esfuerzo realizado mediante la lenguaje positivo. Es necesario cambiar las conversaciones en las organizaciones a mas positivas. La Indagación apreciativa y las preguntas poderosas son técnicas eficaces para conseguir estos objetivos.


4.     Facilitador de la autodeterminación y del auto-liderazgo. El líder debe “empoderar” a cada uno de los miembros del grupo para producir resultados extraordinarios. De este modo facilita  la autodeterminación y el auto-liderazgo de sus colaboradores.


5.     Emocionalmente inteligente. Es capaz de regular las propias emociones y las emociones de sus colaboradores, generador de emociones positivas en el equipo que son recursos indispensables para afrontar eficazmente situaciones futuras adversas generando equipos mas resilientes… La empatía, la compasión y la influencia positiva son competencias emocionales clave del líder positivo…



 

 

En conclusión, tal como he descrito al líder positivo necesita potenciar sus competencias para desarrollar procesos de coaching con éxito que coinciden con las características del líder positivo, esto es, retador, resiliente y desafiante, con visión compartida de un futuro positivo, transformador de personas, facilitador de la autodeterminación y el autoliderazgo y emocionalmente inteligente.

Ahora el reto esta en tus manos.

 

Si no queremos obtener los mismos resultados, el entrenamiento de liderazgo positivo y transformador, de líderes con competencias de coach es una apuesta de futuro. ¿Te sumas a ella?

martes, 24 de marzo de 2015

Pensamiento Creativo

UN EXCELENTE ARTICULO DE LA UNAM


El pensamiento creativo
El pensamiento creativo se diferencia de otras formas de resolver problemas y de ver la vida en general. 

Se le conoce como pensamiento deliberado
Sirve para hacer las cosas mejor
Es creador
Lo esencial es la efectividad
Se mueve para crear una dirección y deambula sin rumbo. Puede efectuar saltos
Todas las ideas son válidas
Es el pensamiento operable, efectúa movimientos
Le importa la calidad total (tangible e intangible)
Es asociativo y libre
Es proactivo
A partir de dicho entendimiento surge una divertida clasificación del pensamiento creativo, el pensamiento de lis kichihuas. 
Veamos 
Pensamiento de los Kichihuas*

Inspirado en el modelo de Von Oeck, un clásico en la promoción de sistemas para aumentar la creatividad aplicada en todos los campos, propone transitar en los procesos creativos por cuatro distintas formas de pensamiento; la del explorador, el artista, el juez y el guerrero. El objetivo es activar en las personas distintos modelos de pensamiento, para invitarlos a experimentar distintas formas de pensar y así moverse de las “zonas de confort”. Estas “zonas de confort” no siempre son las mejores pero se repiten automáticamente porque son las conocidas y la persona se resiste a experimentar algo nuevo, a romper esquemas de pensamiento habituales, promover la generación de nuevas ideas, permitir el juego de distintas posibilidades, la determinación de la toma de decisiones y la ejecución de la idea. Este modelo ejercita la flexibilidad, la fluidez, la originalidad y la elaboración, facilita el poder ver el problema desde diferentes perspectivas, crea nuevas sinapsis en el cerebro, en un juego creativo al experimentar los distintos roles.
Según Von Oeck, los roles son descritos de la siguiente forma:
El rol del explorador es el buscador incansable de información, hace una selección mediante una se¬rie de objetivos que se ha fijado previamente. Es curioso, ve más allá, su imagina¬ción brota sin reservas y es un observador que no se detiene en los detalles, ve el todo, está siempre alerta y distingue los peligros de las oportunidades. El explorador escribe sus ideas.
El rol del artista es el que transforma la información en nuevas ideas. Es jugador flexible y se adapta, posee la capacidad de combinar la información, aprende y hace nuevas conexiones. Son aquellas per¬sonas que por ejemplo pueden combinar la música con la medicina, utilizan las metáforas, rompen las reglas para crear nuevas, tienen buen humor y no temen experimentar cosas diferentes y riesgosas.
El rol del juez consiste en evaluar las ideas y decidir si se llevan o no a cabo. Es el que ve los pros y contras de las ideas, diseña el plan de acción, decide los tiempos y programa las actividades de acuerdo con los compromisos adquiridos. Sus decisiones tienen mucho peso porque su experiencia lo recomienda con los demás y finalmente es quien da el veredicto final.
El rol del guerrero es el que lleva la idea a la acción, es el estratega, que planea cómo y de qué manera se pondrá en práctica una idea. Posee una energía vigorosa y asume responsable¬mente los retos. Tiene coraje y empuje aun cuando puede sufrir derrotas, enfrenta las críticas y es per¬sistente, sabe lo que quiere y repite este lema: “Los dos grandes enemigos de la acción y del cambio son el miedo y la falta de confianza".
Existe en cada individuo un dominio de pensamiento más fuerte que otro y esto hace que nos comportemos en el mundo de cierta manera. Por ejemplo hay ciertas personas que son muy exploradoras y se instalan en el rol y el pensamiento del explorador y de esta forma se pueden pasar toda la vida, explorando y recabando información pero sin ponerla en acción. En cambio, otras personas son muy artísticas y su pensamiento los lleva a pasar la vida jugando con posibilidades, haciendo hipótesis, pero sin aterrizar proyectos. En otros, vemos a los jueces, que su estilo de pensamientos son críticos, estrategas, guardianes que no dan paso a la acción y por último a los guerreros que direccionan sus pensamientos a la acción y se van a la aplicación de la idea sin haber transitados los pasos anteriores y sufren caídas y fracasos constantes. Ejercitar los cuatro estilos de pensamiento permite un desarrollo más sano, creativo e integral que promueve la innovación.

*Kichihua, palabra Náhuatl que significa creación.


D.R. © Dirección General de Servicios de Cómputo Académico-UNAM / Ciudad Universitaria, México D.F.
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sábado, 21 de marzo de 2015

¿Porque siento "esto"?

Desde hace más de un siglo, el estudio y descripción de las emociones han ocupado la atención de filósofos, psicólogos, biólogos, etc, y se ha descrito que todas las emociones, tanto las agradables (alegría, orgullo, felicidad y amor) como las desagradables (dolor, vergüenza, miedo, descontento, culpabilidad, cólera, tristeza), están profundamente arraigadas en la biología y surgieron como parte de un proceso de adaptación y supervivencia de la especie humana.
 De esta forma, las emociones, así como la expresión de las mismas, son innatas, aunque se ha considerado la posibilidad de que los factores de aprendizaje puedan ejercer algún tipo de influencia sobre la expresión.
 Sin embargo, en la actualidad las emociones han sido objeto de una renovada atención por los psicólogos y neurocientíficos, principalmente debido a algunos recientes desarrollos en la anatomía de las emociones y la incorporación de una disciplina llamada Neurociencia Afectiva. 


 Esto ha conducido a la afirmación de que la emoción es un elemento clave para el aprendizaje y la toma de decisiones.
Cuando realizamos un mal negocio, sentimos malestar, lo cual nos permite actuar con más precaución la próxima vez. No podemos decidir con quién nos casaremos o como organizaremos nuestras finanzas solo basándonos en nuestro razonamiento. 


El elemento emocional es decisivo en la toma de decisiones racionales.



 Ademas la manera específica como se expresan las emociones es determinada en gran parte por la cultura del lugar donde vive un individuo. Por ejemplo, en México, los hombres rara vez lloran, mientras que las mujeres lo hacen con mucha facilidad. Por otra parte, los franceses lloran más fácilmente que los estadounidenses. En México, sacar la lengua puede significar  malestar, pero entre los chinos indica sorpresa. Cada cultura enseña cómo expresar los sentimientos de manera socialmente aceptable. Los niños con frecuencia manifiestan sentimientos agresivos u hostiles destinados a lastimar con un ataque físico directo; en los adultos estas conductas son raras, porque socialmente son inaceptables. 


Como podrás darte cuenta "eso" que sientes tiene soporte NEURO COGNITIVO!
Y si DESCUBRIERAS como funciona, podrías ser un CREADOR de estados Saludables Conciente .
Asi que aprende a conocer el extraordinario potencial que posee tu cerebro!!

jueves, 19 de marzo de 2015

PORTAL SAGRADO HACIA LA CONCIENCIA


Astrológicamente, los eclipses pueden en poco tiempo movernos de un nivel de evolución y madurez a otra fase más alta y rápidamente, algo como un salto cuántico. Estos fenómenos naturales nos traen nuevos y mayores eventos a nuestra vida: Rencuentros monumentales, inicios radicales como mudanzas, viajes que son literalmente una iniciación, o un retorno no esperado.

No importa lo que ocurra, será evidente que el universo intenta moverte hacia delante, así que acepta suelta y fluye con el ritmo que la vida te va marcando. Los eventos que siguen a un eclipse tienen mayor peso que los eventos que traen las Lunas nuevas normales. De hecho, son como una nueva turbina o una Luna Nueva pero que trae mucha más energía y empuje.



 Los eclipses iluminan con la luz brillante de la verdad esa parte de tu vida que es tocada por él. La mayoría del tiempo, estos actúan como iluminadores brillantes, revelando una condición de la que no estaba visible o no estabas consciente, o no sabíamos que existía, incluso ya veremos cómo pueden salir muchas cosas que te querían ocultar. 
Ellos también pueden ser  catalizadores para decisiones mayores en tu vida. Bajo un eclipse, puedes finalmente entender el verdadero carácter de una persona cercana.

 Hay un sentimiento de vida moviéndose rápida y aceleradamente. 

El día 20 de Marzo se producir un eclipse Solar, se da bajo la influencia de la Luna Nueva en el último grado del zodiaco dando así inicio  “Inicio del Fin” cerramos las Cuadraturas de Urano-Plutón e iniciamos el periodo de reconstrucción de todo lo que ha quedado devastado o derrumbado. 

Este evento se encargará de empujar a quienes no hayan aun soltado esa parte de su vida que les “aprieta” y que se estén aferrando ideas, pensamientos sistemas, parejas, eventos que son obsoletos en nuestra vida. 

Es en realidad una maravillosa oportunidad de renacer. De volver a nuestra verdadera esencia el Amor, y que seamos más conscientes de la responsabilidad que tenemos para con los que tienen un distinto grado de conciencia.  Hemos dado el paso… no hay marcha atrás… nuestra mente y conciencia nos llevará a que nos relacionemos de manera diferente con otros ciudadanos pondrá a los gobernantes y a toda persona que haya hecho mal uso de su poder y su autoridad a cuestionarse, puede ser algo muy caótico, y claro poco agradable, pues los intereses, la avaricia codicia no la quieren dejar. 

Trata de no emitir ultimátum o tomar grandes acciones radicales estos días. Espera un tiempo y actúa unas semanas después, cuando haya menos estática en el aire. Es mejor responder al mensaje de otros pero no trates de iniciar mensajes propios. Dicho de otra forma, es mejor oír que actuar. Este evento cósmico es muy especial, pues está bajo los efectos de la cuadratura Urano-Plutón. Y se da en el último grado del ciclo zodiacal, 29°27´  Por tanto,  estemos muy atentos, elevemos la conciencia,  intentemos llenarnos de una energía y vibración de Buena voluntad para sortear todos los retos que estos eventos nos traen para crecimiento personal, sin temores, sin miedos… CONFIEMOS que Dios, el Universo, la Naturaleza o en quien tú creas, sabe y conoce mejor los planes que son buenos y necesarios para cada uno, de acuerdo a nuestro Plan Divino de Evolución.... 

 www.luzarcoiris.com

¿ERES FELIZ?





La búsqueda de la felicidad ha sido el tema del ser humano por excelencia. Miles de disertaciones filosóficas, sociológicas y religosas han versado sobre esta materia que parece ser más un mito creado por la mente humana para sentir que tenemos una meta, que una experiencia real. 

Poco a poco hemos llegado a descubrir que la felicidad es más una condición interna que cualquier acomodo de las circunstancias externas, pues nosotros somos dueños de lo primero, pero no podemos tener control de lo segundo. Poco a poco también hemos ido experimentando el ejercicio de ver al interior cuando afuera se colapsan modelos en los que basábamos nuestra seguridad, nuestro bienestar o nuestra estabilidad. 

Aunque al momento de vivirlo parece que el mundo se derrumba, este cambio de circunstancias puede estar ofreciéndonos opciones de verdadera plenitud, y no de momentos instantáneos de lo que conocemos como felicidad. Hemos puesto demasiadas fichas en experiencias como el matrimonio, la culminación de una profesión, el reconocimiento social, las finanzas, y lo que tenemos posicionado como éxitos, para construir una idea de lo que nos puede hacer felices, pero en la verdad de las cosas ninguna de estas metas nos ofrece nada si es que las vivimos como una cortina que nos identifique con los demás para obterner aprobación o validación. Todo lo externo tiene fecha de caducidad, y aunque puede permanecer por mucho tiempo, va cambiando momento a momento. La pertenencia a nuestro interior es el lugar desde donde podemos contemplar todos estos cambios con objetividad para permitir que sucedan y adaptarnos a ellos. 

Es completamente diferente hacer de los logros que nos proponemos una extensión de la belleza, la verdad, la confianza, la seguridad, la armonía, la unidad y la paz que vienen de dentro, que los sustitutos externos que una vez que se terminan, parece terminarse también nuestra belleza, verdad, confianza, seguridad, armonía, unidad y paz. Nunca será igual querer una pareja porque necesitamos de su presencia para sentirnos seguros, queridos, aceptados, posicionados, animados, o lo que sea que no encontremos dentro, que vivirla como una expansión del amor que nos tenemos, y con la conciencia clara de que a través de ella podemos conocer más dimensiones de amor. 

No es la meta lo que nos da algo, sino el camino, y todo lo que aprendemos e integramos cuando lo vivimos. 

Aferrarse a la ilusión de que cierta condición nos regalará verdadera plenitud es ver al lado equivocado. Puede traernos alegrías, satisfacción temporal, o sensación de estabilidad, pero a veces lo que conseguimos es atascar el caminar de los acontecimientos que nos revelarán un espacio de felicidad sincera dentro del ser. Podemos vivir las mismas cosas y circunstancias, pero con una experiencia completeamente distinta que tendrá el mejor sello de garantía al venir desde la verdad que yace en cada uno.

¿PARA QUIEN VIVIMOS?

 Es muy interesante darse un espacio para evaluar qué tanto de nuestras vidas dedicamos a complacer a otros sin escuchar la voz interna que dice qué es lo que realmente queremos vivir. 


Puede ser que te sientas muy libre en un aspecto, pero que en otro que es fundamental, como las relaciones de pareja por ejemplo, estés comprado por las expectativas ajenas. 

Es normal que hayamos aprendido a adaptarnos dentro de una sociedad y que siguiéramos ciertas reglas para la convivencia, pero lo que generalmente ocurre es que esto se desvirtua para convertirse en moldes petrificados en donde muy poco o nada escuchamos nuestro llamado interno

. Si de niño creciste con un modelo de amor agresivo, entonces, por inverosímil que parezca, buscarás parejas agresivas, y aunque no sea un acto consciente, es una manera muy perversa con uno mismo de vivir para los demás. 

No es que haya alguien en específico que debe aprobarnos, es que sencillamente le somos fieles a un modelo o a un sistema de creencias aprendidas. 
Los estereotipos de perfección que introdujiste tan bien a la mente subconsciente marcan una regla muy potente de la que pareces no poder salir si estás adormecido. 

Como ocurre con una computadora, vamos corriendo estos programas persiguiendo los modelos de lo que se considera una vida exitosa de pareja, matrimonio, familia, hijos, trabajo, imagen, logros materiales, etc. Pero si realmente lo examinas te vas a dar cuenta de cuántas de estas metas son completamente prestadas o auto-impuestas cuando las aceptas. 

A donde quiera que voltees vas a darte cuenta de que se están generando muchos cambios: parejas “ideales” que terminan, trabajos “estables” que cumplen su ciclo, movimientos de todo tipo, y reacomodos de lo que nunca hubiéramos imaginado. 


En gran parte, todo esto está siendo generado por esta necesidad de que impere la verdad en tu ser, y en los de todos, y aunque los cambios duelan a veces, qué mayor dolor que tener tu vida empeñada, fuera de lo que realmente eres, de tu esencia, de tu más brillante y expandida identidad.